Nuestro proceso

Del agave a la copa

Cada mezcal Doña Cata es el resultado de años de paciencia, trabajo en comunidad y respeto profundo por la tierra. Aquí te compartimos, paso a paso, cómo nace el espíritu que llega a tu copa.

Hecho en México

Un proceso que honra la tradición

Desde la selección del agave hasta el sellado de cada botella, nuestro proceso combina técnicas tradicionales con un cuidado casi obsesivo por los detalles.

Tradición familiar
Pureza del agave
Respeto a la tierra
Calidad artesanal

Cada lote se produce en cantidades cuidadas, lo que nos permite seguir haciendo mezcal de manera cercana, honesta y auténtica.

Del campo al palenque
1

Selección del agave

Elegimos agaves maduros, con años de crecimiento, cuidando que cada planta tenga el equilibrio ideal de azúcares, carácter y sanidad. Solo los mejores corazones llegan al horno.

2

Jima y recolección

La jima se realiza de forma tradicional, retirando las pencas y dejando la piña del agave lista para su transformación. Es un trabajo físico, preciso y lleno de experiencia.

3

Cocción

Cocemos las piñas en hornos adecuados para resaltar aromas y sabores, respetando tiempos que no se apresuran. Aquí se despiertan las notas dulces y ahumadas del agave.

4

Molienda

El agave cocido se muele de forma artesanal para liberar sus jugos y azúcares. De esta mezcla nace el mosto que, más adelante, se convertirá en mezcal.

5

Fermentación natural

Dejamos que la fermentación ocurra de manera natural, guiada por el ambiente, la temperatura y la propia esencia del agave. Sin prisa, sin atajos.

6

Destilación

Destilamos cuidadosamente para obtener un mezcal limpio, expresivo y equilibrado. Es aquí donde se define el carácter de cada etiqueta de Doña Cata.

7

Añejamiento

Algunos de nuestros mezcales reposan en barrica el tiempo necesario para desarrollar notas complejas, redondas y elegantes, sin perder su origen mezcalero.

8

Embotellado y sellado artesanal

Cada botella se llena, revisa y sella con cuidado. Lo que llega a tu copa es el resultado de todo este recorrido: agave, tiempo, trabajo humano y respeto por la tradición.

Así, cada mezcal Doña Cata cuenta una historia completa: de la tierra al espíritu, del maguey a tu mesa.